Gedeón el vellón y un Dios soberano.
Serie: textos devueltos a su contexto.
Como decía en el articulo anterior un problema al momento de interpretar un texto puede ser que olvidamos revisar su contexto histórico como por ejemplo, el autor, el propósito, el idioma o el estilo literario, Pero existe un riesgo grande también cuando se interpreta un texto a modo personal, y la Biblia nos advierte que eso es un error 2 Pedro 1:20-21
Otro problema puntual es olvidar los atributos de Dios Al momento de interpretar un texto bíblico. Solemos imponer situaciones humanas y personales por sobre lo que nos quiere realmente decir el autor ósea El Espíritu Santo. Pasa lo mismo cuando conversamos con un desconocido, no sabemos nada de él, no conocemos con anticipación al diálogo su carácter, gustos o formas de pensar por ello corremos un riesgo mucho mayor de malinterpretar lo que nos quiso decir, pues no lo conocemos, y nuestro juicio de valores será a través de lo que nosotros asumamos que dijo. No así con el cónyuge, los padres o los hijos, dado que los conocemos mucho más y sabemos sus gustos, carácter entre otras cosas hacemos un juicio de lo comunicado con más claridad y certeza. De allí que para leer la Biblia es necesario anteponer las cualidades y características de Dios que se conocen como atributos divinos.
Los atributos de Dios son aquellas características únicas de Dios las cuales los eruditos en teología dividen en dos grandes grupos, comunicables e incomunicables,a grosso modo los atributos incomunicables son esas características que el ser humano no tiene, son solo de Dios y es imposible que las tengamos, ejemplo su infinitud, su omnipresencia, omnisciencia entre otras. Mientas que los comunicables en cierta medida si pueden y deben de ser desarrollados por el hombre, el amor, la santidad, la piedad entre otras.
Un ejemplo de la necesidad de este tamiz para entender un texto bíblico es la historia de Gedeón y el vellón relatada en el libro de Jueces capítulos 6 al 8.
Este relato comúnmente se lo usa para decir que se trata de una prueba a Dios para determinar su voluntad, decirle a Dios dame esta señal o “Si tú haces tal y tal cosa, entonces sabré lo que tú quieres que yo haga.”
Pero nada más equivocado que esto, realmente Gedeón no tenía ante Dios la fama que muchos le han dado, más bien el que Gedeón puso el vellón revela que él no tenía su confianza plena en Dios. El texto nos muestra que Gedeón tenía muchas dudas al respecto, no creía en lo que Dios había dicho.
Si analizamos el contexto del libro de Jueces se menciona en 6 ocasiones este temor de Gedeón (Jueces: 6:13, 15, 17, 37, 39 y 7:10–14.).
Así mismo es fácil notar que al final del capítulo 8 (8:22–27), se resalta que Gedeón pecó en gran manera, su tentación y caída fue la vanagloria a causa de lo que él consideraba un éxito suyo en la batalla. Este pecado tuvo graves consecuencias, llevó a que el pueblo de Israel se hizo más idólatra de lo que ya era.
Usted se preguntará ¿entonces que significa este texto? ¿Qué nos enseña Dios a través de esta historia?
Estas preguntas pueden quedar satisfechas si las enmarcamos en el carácter de Dios, el autor del texto, nos revelan a un Dios soberano que puede usar seres humanos con todas las imperfecciones que estos tengan para mostrar su gloria y majestad, así cuan imperfecto resulta ser Gedeón así lo uso Dios, de lo menospreciado de este mundo muestra para revelar su gloria.
Por: Cristian Peña
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