Introducción
La teología reformada, en sus diversas ramas, ha sido el foco de numerosos debates y reflexiones a lo largo de la historia de la Iglesia. Uno de los temas más controvertidos y profundamente arraigados en la tradición reformada es la doctrina de la elección incondicional. Esta enseñanza, que sostiene que Dios elige soberanamente a ciertas personas para la salvación sin que sus méritos o acciones tengan influencia en esta elección, se ha convertido en un punto central en la teología reformada.
En este ensayo, se analizará desde la perspectiva bautista reformada sobre la elección incondicional, se examinará, aunque brevemente sus puntos claves, sus orígenes como necesidad de una respuesta a la teología católico-romana en días de la reforma protestante. Se señalará también su relación con la soberanía divina, así mismo se expondrá sobre la necesidad de la responsabilidad humana, dando respuestas al semipelagianismo el cual menoscaba la soberanía absoluta de Dios en la salvación del hombre.
I. La Doctrina de la Elección
Incondicional
A. Orígenes de la doctrina
Los orígenes
de la doctrina de la elección incondicional se remontan al siglo XVI y son una
parte fundamental de la teología reformada, que se desarrolló en este siglo
como parte de la Reforma Protestante liderada por figuras como Martín Lutero,
Juan Calvino y otros reformadores. Juan Calvino, en particular, es conocido por
su enseñanza sobre la elección incondicional en su obra Las Instituciones de la
Religión Cristiana.
B. Causas y necesidad del
desarrollo de la doctrina
En este
período histórico, los reformadores se apartaron de la teología católica
medieval y enfatizaron la soberanía absoluta de Dios en la salvación. La
doctrina de la elección incondicional se desarrolló como una respuesta a la
creencia de que la salvación se podía ganar a través de méritos humanos, como
obras o penitencias.
Un punto de
inflexión respecto a la necesidad del desarrollo de la reforma protestante fue
sin duda el uso de las indulgencias. Este es uno de los principales
desencadenantes de la Reforma. Las indulgencias eran una práctica en la que se
otorgaba el perdón de los pecados a cambio de donaciones monetarias. Esto
condujo a una percepción de que la salvación podía ser comprada, lo que chocaba
directamente con la enseñanza bíblica de la justificación por la fe. La
indignación ante este abuso desempeñó un papel importante en el cuestionamiento
de la enseñanza de la Iglesia y la necesidad de una reforma.
La iglesia
Católica Romana medieval, además de las indulgencias, estaban plagados de
errores teológicos, otro de ellos era la excesiva centralización del poder en
el papado, la veneración de los santos y reliquias, y la negación del acceso
directo de los creyentes a las Escrituras. Estos errores condujeron a una falta
de claridad en la enseñanza sobre la salvación, lo que motivó a los
reformadores a regresar a una comprensión más sólida de la Palabra de Dios.
Por lo que
muchos creyentes de la época estaban insatisfechos con la idea de que la
salvación dependía de sus méritos y obras, lo que generaba una constante
ansiedad sobre su estado espiritual. La doctrina de la elección incondicional ofrece
una respuesta a este descontento al afirmar que la salvación era un acto
soberano de gracia divina y no algo que se pudiera ganar.
II Qué es la elección incondicional
como doctrina
La elección
incondicional es el acto divino mediante el cual Dios determina a quiénes
salvará. Sin importar los esfuerzos u obras que el ser humano ofrezca para
obtener la salvación. Este acto está enraizado en el decreto eterno de Dios,
que abarca todo y se alinea con su propósito de gracia. En palabras sencillas
esta elección es para aquellos a quienes Dios elige salvar, es decir quienes
están predestinados para recibir su salvación.
La elección incondicional
es una parte integral de la Teología del Pacto, que señala que Dios en un pacto
intra Trinitario elige a quién salvar esto sucedió antes de la fundación del
mundo.
Esta
elección incondicional es un acto de Dios basado en su beneplácito y sabio
propósito, y no en las acciones o méritos de los elegidos. En principio el
fundamento es que la salvación no requiere ni admite ninguna obra humana, pero
si se es salvo por obras, y es la obra de Jesucristo, [1] es decir
la elección se origina en la gracia de Dios, y sus razones están completamente
en su soberanía divina. Las Escrituras enfatizan que Dios y su soberanía son el
factor determinante definitivo en la salvación de las personas. [2]
Debido a
ello en la teología bautista reformada, la elección incondicional se deriva de
la postura en la soberanía absoluta de Dios, gobernando eternamente, sin la
necesidad de intervención humana ni de nadie más. Esta elección, además de ser
incondicional, es irresistible.
En el ámbito
de la soteriología[3], la
salvación se divide en tres etapas: salvación planeada, consumada y aplicada.
La elección incondicional se relaciona estrechamente con las tres etapas de la salvación.
Esta
elección es incondicional en el sentido de que, de acuerdo con esta doctrina,
Dios elige a ciertas personas para la salvación basándose únicamente en Su
soberanía y voluntad divina (salvación planeada). No está sujeta a ninguna
condición humana, lo que explica su nombre de elección incondicional (salvación
aplicada). Esto significa que no se basa
en méritos previos, acciones o cualidades humanas, ya que es fundamentalmente
un acto de gracia soberana y divina ejecutada por Jesucristo (salvación consumada).
Esta doctrina se encuentra de manera explícita y también implícita en las
Sagradas Escrituras[4].
En palabras
de Juan Calvino "Dios predestina a algunos a vida eterna, y a otros a
condenación eterna, sin que se tenga en cuenta méritos ni deméritos de su
parte."[5]
A. Explícita en las
Sagradas escrituras
La doctrina
de la elección incondicional que en un aspecto más amplio se encuentra amparada
en la doctrina de la predestinación, significa que Dios eligió antes de la
Creación a aquellos a quienes redimió en Jesucristo, es un acto de gracia
soberana. Se halla claramente descrita en la Biblia, es una expresión de la
misericordia divina.
Esta
doctrina puede ser controvertida, especialmente para los dispensacionalistas y
carismáticos protestantes, surgió como respuesta al semipelagianismo católico.
La elección incondicional nos hace conscientes de que, si hemos llegado a la
fe, es porque Dios nos eligió. Además, nos brinda la confianza de que Él
completará su obra en nosotros, lo que nos da consuelo y alegría en nuestra
elección divina.
Para poder
entender la elección incondicional de manera más profunda y ordenada es
necesario conocer sobre la teología del pacto, en especial del pacto intra
Trinitario.
B. El Pacto Intratrinitario
El Pacto
Intratrinitario, también conocido como Pacto Eterno o Pacto de la Redención, es
un concepto teológico que se refiere al acuerdo eterno entre las personas de la
Trinidad: Dios el Padre, Dios el Hijo (Jesucristo) y Dios el Espíritu Santo. Es
en este pacto, antes de la creación del mundo, se estableció un plan divino
para la redención de la humanidad a través de la obra de Cristo y en él se
establece la predestinación y la elección incondicional. [6]
Textos como
Hebreos 13:20, Efesios 1:4-5, Tito 1:2, Apocalipsis 13:8, 2 Timoteo 1:9 evocan
este pacto realizado en lo que algunos teólogos llaman la eternidad pasada, u
otros la denominan en el tiempo donde no había tiempo haciendo referencia a que
este pacto se realizó antes de todo lo creado, también hay que señalar que esto
permite ver con claridad el atributo de la omnisciencia de Dios, su
misericordia, soberanía, amor y justicia.
C. Sustento bíblico
1.-
Los que antes conoció Romanos 8: 28-29. Esta doctrina se encuentra
explícitamente en textos como Romanos 8:28–39, un texto clave para entender
esta doctrina. El versículo 29 dice: ¨Porque a los que antes conoció, también
los predestinó." Donde se puede señalar que la palabra
"predestino" (προορίζω - proorizō) se traduce como decidir de
antemano o predestinar, [7]lo que implica una
elección anticipada además de no requerir obra ni mérito alguno.
2. Escogidos previamente Efesios 1:3-4 Este es
otro pasaje muy claro que habla sobre la predestinación. El versículo 2 en la
versión Reina Valera 1960 dice textualmente: "según nos escogió en él
antes de la fundación del mundo." Donde se puede señalar que la palabra escoger
(ἐκλέγομαι - eklegomai) significa " seleccionar, elegir, o preferir en
lugar de otra opción.[8]
3. Llamamiento santo 2 Timoteo 1:9. Texto
que señala de manera enfática que Dios es quien llamo, por su gracia a través
de Cristo como único y suficiente salvador antes de la fundación del mundo.
4. Presciencia de los que iban a ser salvos 1 Pedro 1:2. Dios conociendo los eventos futuros, eligió
soberanamente quienes iba a santificar y elegir no por obras o méritos humanos
sino por su gracia, soberanía, justicia y amor.
III Respuestas a la controversia
entre predestinación y semipelagianismo
En el Concilio de Trento (1545-1563), la Iglesia Católica Romana reafirmó su postura semipelagiana alejándose definitivamente la teología agustiniana, aunque la consideran el semipelagianismo una herejía en la practica la adoptan, en este concilio tomaron una posición más rigurosa como respuesta a la Reforma Protestante, rechazaron la idea de una predestinación basada en la presciencia divina y afirmando que la predestinación es un acto inmutable de la voluntad divina. Se plantearon preocupaciones para la teología católico-romana sobre la anulación de la libertad humana y la responsabilidad moral. Debido a ello la Iglesia Católica defendió la importancia de la libertad humana y la cooperación con la gracia divina en el proceso de salvación.
Mientras que
la teología reformada afirma que la elección incondicional no anula la
responsabilidad humana, en ningún momento, sino que, de hecho, la fundamenta en
la voluntad soberana de Dios (Romanos 9:18-21). Los individuos son responsables
por sus acciones, decisiones y vida en santidad (Efesios 1:4-5, Filipenses
2:12-13), pero estas acciones y decisiones están bajo la dirección divina. La
elección incondicional, lejos de ser una doctrina que fomenta la pasividad, es
vista como el fundamento de la seguridad de la salvación y el impulso para
buscar a Dios con sinceridad.
A. Semipelagianismo, elección incondicional
y depravación total
La elección condicional, está fundamentada férreamente en la doctrina de la predestinación además de doctrinas como la soberanía divina en la salvación y la depravación total del ser humano.
Mientras que el semipelagianismo señala que la decisión de Dios de salvar a una persona se basa en la anticipada fe y buenas obras de esa persona. [9] En contraste, la doctrina de elección incondicional es un acto soberano de Dios que no depende de méritos humanos ya que los seres humanos, debido a su depravación total, son incapaces de contribuir a su propia salvación. (Romanos 3:10-12, Efesios 2:1-3, Génesis 6:5)
Por lo que se debe de señalar también que, si se permitiera la colaboración humana en la decisión divina de la salvación, se socavaría la soberanía de Dios y se elevaría la contribución humana por encima de la gracia divina. Es decir, el hombre tendría la opción de aceptar o rechazar la gracia divina. En cambio, la predestinación reformada es incondicional, lo que significa que Dios elige soberanamente a algunas personas para la salvación sin tener en cuenta sus obras o méritos. (Romanos 9:15-16, Efesios 1:4-5, 2 Timoteo 1:9, Efesios 1:1, Romanos 8:28-30)
La doctrina de la depravación total del ser humano implica que la humanidad, como fruto del pecado, está espiritualmente muerta y no puede responder positivamente a Dios sin la obra soberana del Espíritu Santo. Por lo tanto, la elección incondicional es un llamado irresistible de Dios en el llamado y la elección de las personas para la salvación, sin dejar espacio para la contribución humana. Es imposible que el hombre pueda resucitar a un muerto, solo Dios y su gracia lo pueden hacer.
La doctrina
de la elección incondicional representa una respuesta firme y decidida por
parte de los reformadores, quienes, guiados por el Espíritu Santo, señalaron
las desviaciones que la Iglesia Católica Romana había adoptado durante la Edad
Media. Al mismo tiempo, enfatizaron la idea de que la salvación es exclusivamente
un acto de gracia divina, independiente de cualquier mérito humano. Esta
perspectiva se alinea de manera implícita con los principios fundamentales de
las cinco solas.
B. Las 5 Solas y la doctrina de la elección incondicional
Las Cinco
Solas son los pilares teológicos de la Reforma Protestante del siglo XVI.
Señalan las bases doctrinales de la reforma protestante y enfatizan la
centralidad de las Escrituras, la gracia divina en la salvación, la fe en
Cristo como camino, la exclusividad de Cristo como Salvador y la gloria de Dios
como el propósito supremo de la vida lo que sintetiza las doctrinas de la
elección incondicional y predestinación
Sola
Scriptura: La base de la doctrina se
encuentra en las Escrituras, especialmente en pasajes como Romanos 8:29,
Efesios 1:4-5 y 2 Timoteo 1:9. La Biblia enseña claramente que Dios elige
soberanamente a algunas personas para la salvación.
Sola Gratia
La gracia divina como el único fundamento de la salvación. En lugar de depender
de méritos humanos, Dios elige salvar a personas no por sus obras, sino por Su
gracia.
Sola
Fide: La fe al igual que la gracias es
un regalo de Dios que obra en el corazón de los elegidos. La elección
incondicional no se basa en la fe previa de las personas, sino que Dios la
concede como parte de su llamado eficaz.
Solus
Christus: La salvación es únicamente a través de Cristo solo. La elección
incondicional muestra que Dios eligió a personas para ser salvadas en Cristo
desde antes de la fundación del mundo.
Soli Deo Gloria: La predestinación y la elección incondicional resalta la gloria de Dios al mostrar que la salvación es totalmente obra suya y no del ser humano.
Conclusión
En resumen,
la doctrina de la elección incondicional es un pilar fundamental y se encuentra
firmemente arraigada en la teología reformada, La cual emerge como una
respuesta a las desviaciones doctrinales de la Iglesia Católica Romana en la
Edad Media. Se halla enfocada y descansa en la soberanía total de Dios en la
salvación, La elección incondicional sostiene que Dios elige a personas para la
salvación sin tener en cuenta méritos humanos, conectándose así con los
principios de las cinco solas de la Reforma.
Sus
fundamentos se encuentran en el Pacto Intratrinitario, un acuerdo eterno entre
las personas de la Trinidad, que establece la predestinación antes de la
creación del mundo. A pesar de las controversias y críticas, la doctrina de
elección incondicional halla respaldo bíblico a lo largo de las Sagradas
Escrituras
Así mismo
esta doctrina resuelve la controversias y desvíos teológicos como es el
semipelagianismo al afirmar que la elección divina no anula la responsabilidad
humana. Destaca la depravación total del ser humano, enfatizando que la
salvación es exclusivamente obra de Dios y exalta a Dios como el único autor y
consumador de la salvación.
Bibliografía
Beeke, Joel R., and Paul M. Smalley. Teologia
Sistemática Reformada: Teologia Propia, 2019.
Berkhof,
Louis. Teología Sistemática. Vol. II Predestinación. Tesoro Bíblico,
1988.
Calvin,
Jean. Institución de La Religión Cristiana, 1982.
Casiano,
Juan. Conferencias de Los Padres Del Desierto: Collationes Patrum in Scetica
Eremo, 2020.
“ChatGPT.” Accessed November 6, 2023.
https://chat.openai.com/.
Edwards, Jonathan, and Felipe Chavarro Polanía. Pecadores
En Las Manos de Un Dios Airado. Chapel Library, 2019.
Grudem,
Wayne A. Teologia Sistemática: Introducción a La Doctrina Biblica. Bellingan,
WA: Faro de Gracia, 2007.
Hoekema, Anthony A. Saved by Grace. Wm. B.
Eerdmans Publishing, 1994.
Horton,
Stanley M. Teología Sistemática Pentecostal, Revisada. Vida, 2013.
Packer,
J. I. Teologia Concisa. Miami: Unilit, 2008.
Pink,
A. W. La Soberanía de Dios. Publicaciones Faro de Gracia, 2021.
Ryrie,
Charles C. Teologia Basica: Basic Theology. Miami: Unilit, 1993.
Sproul,
R. C. La Santidad de Dios, Spanish Edition. Grahan, NC: Faro de Gracia,
2022.
Strong,
James. Nueva Concordancia Strong Exhaustiva. Thomas Nelson Inc, 2002.
Swanson,
James. Diccionario de Idiomas Biblicos: Griego (Nuevo Testamento) .
Logos Bible Software, 1997
[1] Véase. R.
C. Sproul, La Santidad de Dios, Spanish Edition (Grahan, NC: Faro de Gracia,
2022).
[2] Louis Berkhof, Teología Sistemática, vol. II Predestinación
(Tesoro Bíblico, 1988).
[3] Soteriología: La soteriología es la rama de la
teología que se enfoca en el estudio de la salvación y los conceptos teológicos
relacionados con la redención y la gracia divina en el cristianismo.
[4] Véase. Wayne
A. Grudem, Teologia Sistematica: Introduccion a La Doctrina Biblica (Bellingan,
WA: Faro de Gracia, 2007).
[5] Jean Calvin, Institución
de La Religion Cristiana, 1982.
[6] Anthony A.
Hoekema, Saved by Grace (Wm. B. Eerdmans Publishing, 1994).
[7] James Swanson, Diccionario de Idiomas Bíblicos: Griego
(Nuevo Testamento) (Logos Bible Software, 1997).
[8] James Strong, Nueva Concordancia Strong Exhaustiva (Thomas Nelson Inc, 2002).
[9] Véase. Juan
Casiano, Conferencias de Los Padres Del Desierto: Collationes Patrum in Scetica
Eremo, 2020.
Comentarios
Publicar un comentario